Y ahí va Ludwika Paleta, como nunca antes se le había visto en el trabajo, con el cabello hasta el coxis y falda larga, una típica ranchera que es todo, menos femenina.
“¡Que no se arregla demasiado y que es una mujer que recoge huevos!”, añade entre risas, describiendo a Toribia, su nuevo personaje en cine.
Hasta hace poco, la actriz se preguntaba si habría alguien que se atreviera a sacarla de los clásicos papeles de mujer bonita y le exigiera otra manera de hablar y un comportamiento distinto al de ella.
Anteriormente en la pantalla grande se le vio como una secuestrada en “Seis días en la oscuridad”; una sexy en “Propiedad ajena” o una de carácter en “El libro de piedra”.
Llegó entonces Beto Gómez (“Salvando al soldado Pérez”) para ofrecerle uno de los personajes protagónicos de su comedia “Volando bajo”, actualmente en rodaje.
A Ludwika le toca interpretar a Toribia, una mujer que desde niña conoce a su primo Chuyin (Gerardo Taracena) y otro niño (Rodrigo Oviedo), del que se enamora.
Pasa el tiempo, cada quien se casa y es donde comienza la historia, donde también actúan Sandra Echeverría y Rafael Inclán.
“No es que me transforme, la gente me reconoce, pero no es el clásico personaje en el que me han visto, es un personaje que tiene un perfil que nunca había hecho; pocos directores se arriesgan a experimentar así con los actores y a darle a ellos la oportunidad de hacer algo diferente”, comenta
“De repente yo decía: qué vestuario me va a poner, cómo me va a poner a hablar, no entendía muy bien lo que Beto quería de mí y cuando me contó, me fascinó la claridad que tiene de su película”, agrega.
Pero quien crea que es una comedia de pastelazo, está en un error.
“La película tiene el sello de Beto, indiscutible, pero está en el cómo la cuenta, en lo que sucede, no en que los personajes sean chistosos”, señala.
Ludwika tuvo sus llamados iniciales en Tijuana, Baja California.
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